27/12/08

Mano a mano

Estaba por escribir un par de cosas relacionadas con lo que creo un necesario, imprescindible, cambio de paradigmas en nuestra sociedad. Estamos hasta las manos, me parece. Hay que pensar en el cambio. Pero el asunto es muy complicado, no tengo conclusiones (¡que fanfarronería la mía, ni siquiera se por dónde empezar!) y he tomado la decisión más acertada: no escribir nada y seguir pensando en el asunto. En una de esas, un día de estos se me cae una idea...
Uno es de aquellos a los que la música, cualquiera, en especial la de su lugar, lo ayuda a pensar. La música es mágica, sobre todo si la interpretan maestros como Osvaldo Pugliese y Roberto Goyeneche en un lugar también muy especial, el Colón, ese teatro, nuestro teatro, que permanece cerrado.
A veces se me ocurre que cuando lo vuelvan a abrir recuperaremos el rumbo. ¿Qué tendrá que ver, no? O tiene mucho que ver, si es que los argentinos terminamos por decidir enancarnos en nuestra cultura, en total y absoluta libertad, sin chequeras, cambio moral mediante. En fin, vamos con el tangazo.

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