21/9/09
Shaná Tová
Ha sonado el shofar, estamos en el 5770 según el calendario judío. No soy judío, solo un hijo de Abraham (en hebreo אַבְרָהָם, Avraham; en árabe ابراهيم, Ibrāhīm), es decir un errante descendiente del padre de muchos errantes. O si se prefiere, "un moro judío que vive con los cristianos", al decir del uruguayo Drexler.
No nos vendría nada mal el llamado a la reflexión y al Yom Kippur. ¿Podremos reflexionar los crispados argentinos?
Quien sea que sea tu Dios, aunque creas no tener ninguno, te acompañe. La paz sea contigo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Podemos, siempre podemos...
Que lo hagamos, ya es otra cosa.
Jeve.
Muy cierto.
Publicar un comentario