18/1/10

Confesiones de verano (¡Que viva el Sur!)

Pasaron dos años y parece que no pasaron. Todo va muy rápido. Pero pasaron dos años y mucha cosas han pasado. Es la vida.

Mi amigazo "Mike" (Por favor, ir a Pesto & Malbec), hombre de prosa envidiable, amante de las cosas que deben ser amadas, lamentable hincha de San Lorenzo (y bueno, la gente no es perfecta), hacía un tiempito que experimentaba con esto de "armar un blog". Ambos y los amigos del "set" de los políticamente incorrectos, disfrutábamos de los escritos de Casciari y otros más. La cosa atrapaba y, además, era gozada: Mike se andaba con su blog. Digo más: me parece -a veces- que los jóvenes no se dan cuenta de la capacidad de joda que los vejestongos podemos tener. Agrego: pibitos, no se equivoquen, que estamos para la revolución.

Una persona muy querida tuvo un severo problema de salud. Como suele suceder en estos casos uno se está por ahí y hace lo que puede hasta que la crisis se encamina pero las coyunturas no son eternas, por definición. Menos si se vive a 3.200 Km de distancia. La crisis pasa, pero después viene la recuperación, el "aguante". Esta persona en Buenos Aires y yo aquí, en Ushuaia, lejos. ¿Qué hacer, en esto del aguante? Pregunta que, pasado el tiempo, no termino de contestar. Es complicado.

Con todo y a pesar de todo, copiando a mi entrañable amigo, pensé que no estaría nada mal armar un blog para entretener al ser querido. Siempre ha disfrutado de la lectura. ¿Por qué no escribir entonces? Estamos lejos físicamente hablando pero podíamos estar muy cerca, blog mediante. Nació ars.

Hace dos años publiqué el primer post de este espacio. Como no sabía que poner no tuve mejor idea que publicar un apuntecito, el primero de un ciclo de dos años, que suelo entregar a mis queridos hijos adoptivos, mis estudiantes. Sinceramente y entre nosotros, una pavada absoluta. El apunte, está claro, porque los estudiantes apoliyan y hasta son capaces de nunca anoticiarse de su existencia.

El objetivo no era otro que escribir para esa persona. Todos los fines de semana me ponía a escribir algo que suponía la iba a entretener. Era necesario que siguiera leyendo. Y lo hizo, pasamos la crisis, al menos aquella.

Pero los humanos somos como somos. La historia que cuento pasó, pero ars siguió. Yo seguí, porque necesitaba (lo necesito) expresarme. La "criatura" se ha desatado, no puede parar, yo no puedo parar, amo este ignoto espacio. Ars no acabará nunca porque nunca cesará la necesidad de comunicarnos. Cuando ya no escriba, habrá otro. Siempre hay otro. Esto es lo bello. Repito: siempre hay otro, las cosas siguen y siguen, y siguen siguiendo.

Pasaron dos años. Pasarán más. Mi agradecimiento a todos aquellos que "andan" por aquí. Esto es muy rico, diría inagotable. Me gusta, me gusta mucho.

Luego, el ser querido sigue luchando y ahora hablamos por teléfono.

4 comentarios:

Palabras como nubes dijo...

Qué buena historia!! Gracias por compartirla, Francisco :))))
Pero no estoy de acuerdo con algo: ARS debe continuar, sí, pero siendo tuyo, cuando ya no tenga el mismo 'anfitrión', no será ARS.

(Estoy de regreso de mis vacaciones, cuánto encontré aquí!!!! Me pondré al tanto en breve, un beso. Jeve)

Palabras como nubes dijo...

Qué buena historia!! Gracias por compartirla, Francisco :))))
Pero no estoy de acuerdo con algo: ARS debe continuar, sí, pero siendo tuyo, cuando ya no tenga el mismo 'anfitrión', no será ARS.

(Estoy de regreso de mis vacaciones, cuánto encontré aquí!!!! Me pondré al tanto en breve, un beso. Jeve)

Palabras como nubes dijo...

perdón, fue dos veces...

ars dijo...

Jeve: ya está dicho. Hay disparadores, una intención -digamos- primaria, legítima y "consciente". Luego inexorablemente aflora la verdad. El que necesitaba escribir algo era yo. Acá estamos, hasta la victoria siempre.