25/2/10

Dos (una historia por entregas) 1.5

He contado sobre el deterioro de la casa. Sinceramente creo que el mismo había avanzado al punto de hacerla irrecuperable, al menos en el sitio y condiciones en que se encontraba. Recuerdo que cuando le dije a Don Mallón, natural de la hermana Bolivia y jefe de una cuadrilla de obreros de la construcción con el que hemos transitado muchas obras, que procederíamos a "rescatar" la casa, me miró con cara incrédula.
Ni les cuento la expresión de sus ojos al explicarle que no demoleríamos, sino desarmaríamos tabla por tabla, chapa por chapa, y encima las numeraríamos y empaquetaríamos por grupos, indicando en un croquis y planillas adjuntas el sitio en que las mismas se encontraban. Estaba lisa y llanamente prohibido romper nada. Cada clavo se retiraría cuidadosamente y de a uno.
Meneó la cabeza y, después de preguntarme varias veces si estaba seguro de lo que le decía, se limitó a dar media vuelta mientras decía, más bien rumiaba, en voz baja "como usted diga arquitecto". Siempre pensé que Don Mallón había llegado a la conclusión de que yo desvariaba, víctima de algún extraño mal de ojo.

Creo conducente, a estas alturas, aportar algunas imágenes que posiblemente resulten de interés a quien sigue esta historia. La casa que Fortunato Beban levantó y su entorno inmediato eran como esta imagen oportunamente rescatada nos muestra.

Observen al fondo, no demasiado lejos de la casa, la torre de la antigua iglesia. La cercanía entre ésta y la casa tiene sus sabrosas anécdotas. Alguna ya será contada. Pero sigamos con lo nuestro y acerquemos un poco el foco. Admiremos la imagen que aspirábamos recuperar para la ciudad.

Bien, procedamos ahora a ver qué era lo que teníamos por delante al empezar nuestra aventura. Se darán cuenta que el amigo Mallón tenía toda la razón del mundo al menear su cabeza mientras decía "como usted diga..." (1)

Hacia 1992 (cuando esta fotografía fue tomada) la vereda municipal alcanzaba casi el nivel de los antepechos de las ventanas. Les dije: la casa estaba semi enterrada. Vean por dentro, sino.

Noten los amantes del detalle, la silueta de un automovil estacionado frente a la casa, visible a través de la ventana. Finalmente observemos el resultado de lo que se describe, acción del agua mediante, a lo largo de unos cuantos años.

Esta historia seguirá un día de estos. Por el momento ya está bien de Casa Beban. Ciao.


(1) Detalle al margen: ¿notaron los cables de electricidad? Estaban en el comienzo y erán más varias décadas después. Se llama polución visual. Ushuaia está groseramente polucionada gracias a la irreflexiva acción que a lo largo de los años viene llevando adelante el propio Estado, a través de su Dirección Provincial de Energía. No olvidemos, además, a las empresas prestadoras de servicios telefónicos, televisión por cable y demás menudencias.

6 comentarios:

Palabras como nubes dijo...

Muy buen posteo en cuanto a detalles, una buena guía para observar las imágenes que adjuntaste.
Es una lástima que los que seguimos la historia tengamos que esperar hasta "un día de éstos" para saber en qué quedó.

Noté los cables, sí, me hizo acordar a Valparaíso, la primera ciudad en la que realmente experimenté la polución visual.
¡Impresionante lo enterrada que estaba la casa! ¿A qué se debió?

Abrazo
Jeve.

Sole dijo...

Coincido con Jeve, "un día de estos" no suena muy alentador.

Un beso

ars dijo...

No me atosigueis, dijo María Estela Martínez.
Está bien, la sigo. Pero me parece que no puedo seguir rompiendo la paciencia con esta historia que, dicho sea de paso, es "por entregas". A ver ¿y si tratara de una publicación mensual, como las supo haber? Minga, a aguantárselas todo un mes. Recuerden lo comentado sobre la llegada de publicaciones a estos pagos hace unos cien o noventa años, y algo menos también. Póngase en situación.

ars dijo...

Jeve: la casa quedó así porque hubo un "alguien" que decidió modificar los niveles de las calles sin considerar lo ya construido. Si no recuerdo mal, algo comenté al respecto. En fin, cosas de ingenieros transumantes de repartición pública.

Anónimo dijo...

Es muy agradable para mi que vivo casi aislada, captar la interacción entre los amigos del arquitecto, ""enseñante aficionado ( muestra una sencillez apabullante)que ya quisiera para mi. Sólo que no me atrevo con Facebook, que lo asimilo a gente muy, muy joven y con muchos amigos. Soy licenciada en filosofía. Ya había enviado a Fjav. mi correo electrónico y fue rechazado. No indican por qué. Gracias.

ars dijo...

Muchas gracias. El correo (se lo encuentra aquí en "Perfil") es francisco.arqueros@gmail.com. Saludos.