14/2/10

El arte después del arte

Lena Gieseke es una artista contemporánea que, como otros, utiliza la tecnología digital como herramienta expresiva. Ella es autora de un trabajo que se publica en este sitio Web. Esta obra en particular consiste en una recreación del célebre Guernica, de Pablo Picasso. El resultado es el que podés ver a continuación.


No creo conducente refritar los fundamentos que la propia artista (y quienes la acompañaron en este caso, en particular con la interpretación de la música de Falla), ya que tal información está en el sitio señalado. Sin embargo es imposible pasar por alto una pregunta tan obvia como la que el recordado cómico argentino Carlos Balá solía hacer en sus presentaciones orientadas a la platea infantil: ¿qué gusto tiene la sal?

La pregunta del millón, sería ¿esto es arte? O, si te gusta algo más complicadón, en tu condición de pensador erudito, ¿qué es el arte? Bueno, mi respuesta es sencilla: yo no lo sé. Me abstengo de emitir definición alguna. Luego, y no me abstengo en este caso sino todo lo contrario, tengo mi apreciación personal, contradictoria como mi ser.

En un sentido este tipo de recreaciones 3D y demás morondangas fascinantes del hoy no me conmueven. El arte, mejor dicho, la plástica, ha sido siempre ficcional, aún en los momentos más álgidos de la intención de reproducir las cosas tal cual son. Ello es imposible toda vez que las cosas son y su reproducción nunca es. Sin embargo, su ficcionalidad e imperfección innata es lo que hace que las grandes obras de todos los tiempos te conmuevan. Lo genial es ver como no existe la perfección sino simples y sublimes acercamientos. Es orgásmico, según yo creo. Y es orgásmico porque no terminás de ver, porque no es perfecto y siempre existe algo que no está explícito, por naturalista (o abstracta) que pretenda ser la obra que te enfrenta reclamando tu amor. El artista necesita ser amado y lo reclama a través de su obra. Es necesario que interpretes, tenés que pensar aunque te pese. Estás obligado si el asunto ha llegado a tu sensible racionalidad.

Las hiper imágenes del hoy no te dejan espacio para la duda, aspecto que no sólo es reduccionista sino también un hiperbólico embole. ¿Se puede saber de qué vas a discutir apasionadamente con tus amigos, la pareja, una mina a la que deseás impresionar, un colega o el verdulero de la esquina? Si todo es explícito estamos en el horno o, al decir de mi colega enseñante del idioma portugués, a sua batata esta asando... y vai quemar.

Pero el 3D y otros medios expresivos están allí. Y no solo están, te sorprenden y a veces logran que las palabras no surjan. La imagen es absoluta. Y, naturalmente, se presenta la duda: ¿será que el arte, hoy por hoy, necesariamente debe ser absoluto e hiper real? Y hay más. ¿Será que la hiper imagen, esa que se supone real, es tan ficcional como aquellas que uno aprendió a amar, a partir de la eterna duda?

Flor de lío ¿no? En fin, no hice caso a mi consigna para este fin de semana. Nada de descanso, a pesar de las bellas músicas. Es que uno no puede controlar las dudas, los miedos y los amores. Eso es un imposible, gracias a Dios.

Nota 1: Gracias a mi hermana, Dolores, quien me hizo llegar esta obra que presento y, mal que me pese, me obligó a pensar. Sólo un poco.
Nota 2: Colega portugués hablante, pido disculpas si he cometido alguna falta de ortografía. Ya es suficiente lo de la batata que se vai quemar.

6 comentarios:

Vergónides de Coock dijo...

Los artistas de hoy en día están locazos, bien ahí por el arte. Suerte.

Unknown dijo...

Coincido contigo, hermano. Sin embargo, fiel a mi costumbre, me gusta plantear la otra cara de la moneda (por "juder" como decía el gallego)y provocar la reflexión: el arte y sus formas de comunicación, sus técnicas y nuevas formas de expresión varían con el paso del tiempo.
Por un momento me imaginé asistiendo a una exposición allá por el "cuatrocento" indignada por la aparición de la perspectiva y de los diferentes planos dando la idea de profundidad, modificando así la estética del arte conocido hasta entonces...
En fin, que todo evoluciona, para bien o para mal, y solo podremos valorar esos cambios con el paso del tiempo. Mal que nos pese las nuevas técnicas de expresión artística no pueden abstraerse de las nuevas tecnologías.
Saludos

ars dijo...

Me quedo con los "locazos".

Palabras como nubes dijo...

Oh, oh, oh!

Vayamos por parte, dijo Jack:
1* Soy neófita, sólo puedo decir -de cualquier disciplina- "me gustó o no me gustó" (Te habrás dado cuenta por las preguntas que suelo hacerte)
2* Entiendo como arte toda forma en la que el autor crea que puede expresarse. Y yo (punto 1) puedo o no comprender o estar de acuerdo con su forma.
3* Concuerdo con el comentario de Dolores cuando expone que "las nuevas técnicas de expresión artística no pueden abstraerse de las nuevas tecnologías".
4* Teniendo en cuenta los puntos 1, 2 y 3 ;), sea lo que sea esto que acabo de ver, me gustó, nunca vi un cuadro en 3D.

Abrazo
Jeve.

ars dijo...

Ni habrá "un cuadro" en 3D nunca. Un cuadro es un plano (2D) y el gran quinoto de la historia del arte (y de los seres humanos) ha pasado por representar (repito, "representar", atención al detalle) la "realidad" tridimensional en un plano. Es por esto que nacimos en la abstracción tribal y simbólica, fuimos a las "perspectivas jerárquicas", nos despachamos con la perspectiva geométrica del Renacimiento, empezamos a liberar el asunto con la "perspectiva aérea" del Barroco, hicimos más de una revoluta en el XIX y todo se acabó. Luego, el Arte Moderno. Es otra historia. ¡salute, Jeve!

ars dijo...

Otro si digo: no serán "cuadros" sino otra cosa y allí estarán las "representaciones" en 3D. Luego, una cosa es crear desde una nueva plataforma o tecnología y otra es "reinventar" una obra que fue concebida en otros términos, en otro tiempo y -sobre todo- otro espacio. A cada cual su sayo.
Lo pongo sencillo: ¿Acaso alguien se sorprendería por las limitaciones acústicas de una grabación original de la Piaf, por nombrar un caso? La respuesta es obvia: NO. Bueno, los cuadros que sean cuadros. Lo otro, es otra cosa.