27/2/10

Mujer...

Franz Marc nació en febrero de 1880 y si viviera, hoy tendría 130 años recién cumplidos. Murió demasiado joven, en la batalla de Verdún, en 1916. Tenía 36 años. Un año antes, entre otras, expresó la siguiente frase: “Vivimos en una época dura. Duros son nuestros pensamientos. Todo tendrá que hacerse más duro aún”.
Es mucho lo escrito sobre la vida y obra de este artista, protagonista central del expresionismo alemán de principios del siglo pasado, junto a su amigo Vasili Kandinsky, con quien fundó el célebre grupo El Jinete Azul (Der Blaue Reiter).

No recuerdo si Franz o Vasili fue quien dijo, palabra más, palabra menos, “a uno le gustaban los caballos, al otro el color azul; fue muy sencillo encontrar nombre para el grupo”. En la experiencia también participaron August Macke, Gabriele Münter, Alexei von Jawlensky, Marianne von Kefferin y Paul Klee, entre otros. Invito a leer el artículo dedicado a Marc, publicado por Manuel Ángel Vázquez Medel en su blog, sitio de donde he tomado el retrato que ilustra este comentario.

Pero lo que hoy me interesa comentar, de rondón, apto para todo público, es un cuadro de Marc que llama la atención: Mujer roja (1912).


Ella es inquietante. Su apariencia no es enteramente humana. Hay en este ser un componente animal, criatura híbrida que carga las huellas de alguna cultura primitiva, una suerte de tatuaje tribal. Su cabellera se asemeja al plumaje de un ave rapaz, quizás un cuervo. Cerca de sus ojos, insondables ojos, una pincelada azul nos muestra que ella observa el pico de un pájaro exhibido de espaldas. No mira su mano, definitivamente.

Franz (¿hace falta que señale que otra vez aparece algún tocayo ilustre?) es celebrado muy especialmente por sus pinturas basadas en los animales. Y está bien que así sea. Agregaría que además iba en un decidido camino que lo hubiese llevado a la abstracción absoluta. Vasili pudo hacerlo. Marc murió en la guerra, puta guerra, como todas.

En el caso de este cuadro (poco habitual en Franz Marc esto del desnudo femenino) creo que el artista buscó lo que siempre hizo: retratar la unidad de las criaturas y la naturaleza, algo que el animal puro e inocente podía encarnar. Esta mujer no es otra cosa que un animal en estado de pureza o inocencia. Su cuerpo es alargado y las manos se elevan hacia la boca en plan de beber agua. Es una figura extraña, inclasificable. Ella ha sido fusionada con el entorno.

Se suele asociar esta pintura con la obra de Gauguin. Puede ser. No se vayan a creer que sólo ahora, porque hay Internet, se puede interactuar. La humanidad bien que se las ha rebuscado en este sentido. Si hasta Arquímedes enviaba dilemas y problemas matemáticos (a veces deliberadamente equívocos, por joder nomás) a sus colegas que pululaban en torno al Mediterráneo, en formato de papiro. La humanidad, su parte sana, siempre supo estar "on line". El problema aparece cuando se conectan los enfermos, que no son pocos.

Es atendible creer que cuando Marc visitó la muestra de Gauguin, París año 1910, en la que Paul mostraba el resultado de su aventura por los mares de la Polinesia, quedara impactado. Lo desconocido impacta.

Su pincelada en Mujer roja retoma, por decirlo así, los ondulantes contornos de las bañistas de los mares del Sur contadas por el francés. La presencia del color rojo exalta la idea de robustez y afinidad con la tierra. Luego, el fondo de esta obra anticipa el camino abstracto que tomaría a partir de 1914, siguiendo a su compañero y amigo Kandinsky.

Por una extraña asociación ilícita, mientras pensaba en la construcción de este post, recordé una canción de Los Gatos, en el período de lo que fue su “relanzamiento”, con la guitarra de Pappo, que se nota y mucho. Se trata de Mujer de carbón. Y, más allá de mi eterna broma sobre esto de las asociaciones ilícitas, le encuentro sentido a esta en particular. La mujer roja de Marc no es la Mujer de carbón. Sin embargo, en ambos casos aparece el costado tribal, animal. La pureza de lo que no es perfecto. No sé, veo la imagen mientras escucho la música y encuentro una relación. ¿Será así?

Nota 1: La imagen de Mujer roja ha sido tomada de este sitio. Por 30 Euros te la mandan. Yo me compré una de Macke en los muelles del puerto de Hamburgo por un Dólar. No somos vírgenes, en particular en Internet.

Nota 2: Qué formación, esta de los Gatos en el recordado LP "Rock de la mujer perdida" (que era, en realidad, Podrida); Nebbia, Pappo, Moro, Ciro y Toth. Como la Máquina de Ríver.

Nota 3: Recuerdo haber presenciado la presentación de este "relanzamiento" de Los Gatos. Se hablaba "del guitarrista nuevo", nada menos que el Carpo. En ese entonces Marc para mí no existía. Que bueno es que la vida te de nuevas oportunidades. Hoy no podría morir en paz sin haber tenido noticias de los expresionistas alemanes. Tipos geniales, adelantados a su tiempo a fuerza de sentir y pensar.

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