6/3/10

La Sala Intima (VI)

¿Quién se llevó a Carlota?
Y tan gustosa que se pasaba las tardes mirando por la ventana lateral de la casa, que la dejaba ver el parque y mas allá la bahía. La que prolongaba el día hasta casi la media noche en aquel confín del mundo. La que me mostró el cuerpo frágil y prisionero, recostado con la cabeza hacia atrás y los ojos entornados como mirando la luz.
Rotgen llegó desde Gallegos para la autopsia. Rotgen, el sueco sabía que antes de llegar a Tierra del Fuego la casa había estado armada frente al fiordo. Allí construida, se había enfrentado por primera vez al fuego. En la pequeña habitación que antes miraba al embarcadero, el brasero volcado se había llevado el piso, la puerta, cortinas y algunas paredes interiores. Maltrecha pero restaurada, la hicieron pasar por nueva y la mandaron a América del Sur.
La pobre Carlota se asfixió cuando se apagó el brasero, pero esta vez la casa no se quemó, esa pequeña sala había aprendido a defenderse, la habitación guardó íntimamente el secreto.
¿Por qué no nos avisaron que la casa vino desarmada pero no vacía y que el brasero ya había traído problemas en Suecia?

© Alberto Lucchesi
http://atlasmethonis.blogspot.com

Nota: El aporte de Alberto produce un inesperado entrevero, deliberado o casual, no lo sabemos. Sigue la saga de la Sala Intima, pero incorpora un relato de ficción a Dos (una historia por entregas), que intenta contar una experiencia personal, la deconstrucción y reconstrucción de un edificio en la ciudad de Ushuaia, ya centenario. ¿Cuál es la realidad y cuál la ficción? Interesante ¿no les parece?
Gracias Alberto. Ojalá que esta historia siga creciendo.

2 comentarios:

Palabras como nubes dijo...

Esta mixtura de la "cosa real" con la imaginada, quedó muy bien, a mí me gustó ;)

Abrazo
Jeve.

ars dijo...

El brasero... el brasero...