22/5/10

Doscientos (22 de mayo, en la plaza)


Daba marco al Congreso Vecinal una “multitud –dice Guido, que estuvo allí pues era joven para concurrir como vecino principal- que en la plaza servía grandemente a los agentes revolucionarios” a pesar de la lluvia que habría de prolongarse toda la semana. Cisneros menciona en su informe “gentes que con estudio habían introducido a la plaza, los cuales esperaban la resolución y eran avisados con señales que le daban los facciosos desde la galería del cabildo para que aclamasen los votos favorables”; Belgrano, “que una porción de hombres estaban preparados para la señal de un pañuelo blanco, a atacar a los que quisiesen violentarnos”.
Es posible que Patricios no dejaran entrar a todo el mundo. Pero lo hicieron con la Legión Infernal –llamados “chisperos” en algunas crónicas- de jóvenes de la clase principal (entre ellos Guido) que acaudillaban French y Beruti. A esta porción de hombres preparados debe referirse Belgrano. French habla de “seiscientos” con superlativa imaginación, pero no debieron pasar de dos o tres docenas.

La cinta con dos colores, azul y blanca, como la historia del saldo comprado en la bandola de Álvarez por French y Beruti, es una confusión con el distintivo de la Sociedad Patriótica que sólo empezó a usar en marzo de 1811. El 21 y 22 de mayo la divisa fue la cinta blanca, acompañada del retrato de Fernando VII; el 25 se vieron también cintas coloradas y azules acompañando a la blanca, posiblemente por ser los colores de los cuerpos de milicias (algunas crónicas dicen que el “azul” significaba la paz que se ofrecía, y el “colorado” la muerte que se estaba dispuesto a dar y recibir). Pero el color de la Revolución fue el blanco. ¿Por qué? Es curioso que nuestros historiadores no se hayan dado cuenta que el blanco es el color argentino de la heráldica.

Rosa, José María. Historia Argentina, Buenos Aires, Editorial Oriente, 1981, tomo II (p.180)

Acerca de José María Rosa (ver aquí)

Nota: ¿Tendrá alguna relación este asunto de las cintas coloradas, azules y las blancas con hechos de nuestra historia cercana, frustante por cierto, metidos ya en la segunda mitad del siglo XX del que, al parecer, no podemos abandonar en términos de futuro?

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