30/6/10

El Apache (apuntes de un hincha)

La pelota no dobló, por el contrario entró bien recta y fulminante en el arco defendido por el guardavalla mexicano. Golazo de Tevez, el Apache. El partido se ponía 3 a 0 y a pesar de no haberla pasado muy bien que digamos, el equipo argentino superó los octavos de final. En el camino, lamentablemente, se quedó el representativo de México, buen equipo.

Uno obviamente hace fuerza, que digo, salta, baila, cruza los dedos, camina alrededor del sillón, no se cambia de ropa, teje calceta… lo que sea, pero lo que sea, para que su equipo gane. Cosas del hincha… Sin embargo a veces no es tan lindo ganar a otros equipos por los que se siente una cordial simpatía. México es para mí uno de ellos. O mejor expresado, me gustan México y los mexicanos. En fin, son cosas del fútbol, una pasión que los de estas tierras llevamos muy arraigada. Y, si ese triunfo viene de la mano de un notable y muy querible jugador como Carlos Tevez, mejor.

No me voy a poner a contar aquí la historia de Carlitos, es conocida. Simplemente destaco el esfuerzo constante que este hombre ha hecho y sigue haciendo por superarse, tanto deportivamente como a nivel humano, espacio en el que muestra una genuina humildad y muy buena onda. Me encanta como juega y me cae muy bien su personalidad. Un grande del fútbol y claramente una figura popular, ya no solo en su Argentina natal, también en el Reino Unido, donde hace ya unos años que muestra su garra y habilidad todos los fines de semana en la Premier Ligue. Con decir que le ha enseñado a bailar cumbia y música cuartetera a sus fanáticos made in UK… No es poco, fierita.

En fin, pasamos a la siguiente ronda. Flor de lío, por cierto. Otra vez nos las tenemos que ver con los alemanes, como en el pasado mundial, jugado precisamente en Alemania. ¿Será posible? De nuevo contra máquina de picar carne. ¡Que lo parió! Esa vez perdimos en un desempate por penales y a los albicelestes se nos atragantó la pelota. Y esto no es nada. Que yo sepa ya tenemos dos finales sobre las respectivas espaldas. El del ’86, memorable partido y el del ’90, un muy olvidable match. Y no estoy pecando de parcial, porque la final del ’86 fue un partidazo y la del ’90 un plomazo, independientemente de quien ganara cada encuentro. Uno para cada equipo.

En esta oportunidad el asunto no se presenta muy fácil que digamos. Los tipos (los del Rhin) son de temer y si no me creen pregúntenle a los muchachos de la rubia Albión. Lo único que me consuela es que ellos tampoco deben estar muy contentos que digamos por tener que jugar contra la Argentina (los del río marrón, el glorioso Río de la Plata); los nuestros también son buenos. Y ni les cuento si el Pulga está encendido.

Se presume un gran partido, debería serlo. Podría resultar un bodrio, con alargue y penales. Puede pasar cualquier cosa. Con el debido respeto al pueblo alemán, voy a ver si me pongo a practicar el Waka Waka al son de Shakira (lo dije, un hincha hace lo que sea a la hora de las tensiones del partido); en una de esas termina resultando un conjuro ganador y le llenamos la canasta a los muchachos del Walhalla…

Pregunto, por si las moscas, ¿estaré futbolizado? ¿Será que la eterna globa, esa que no dobla pero que si la agarra uno que patea bien, te mata, ha reemplazado a mi cabeza hasta que concluya el Mundial? Sí, creo que sí. Hasta me animo a parafrasear al gran Sarmiento afirmando que las pasiones no se matan. ¡Vamos Argentina, carajo!

Nota: Es sustancial agregar un "carajo" a continuación del ¡Vamos Argentina! ya que si no se lo hace el efecto podría resultar contraproducente. Por lo tanto y como ya ha sido académicamente comprobado, lo adecuado en este tipo de paradas es gritar fervorosamente (sin llegar, claro está, al descontrol; apenas aproximándose a tal estado de ánimo) y reiteradamente ¡Vamos Argentina, Carajo! La garganta se puede curar luego, no problem.

23/6/10

Martín (apuntes de un hincha)



Terminaba el partido, el equipo argentino seguía buscando la valla de la ultra defensiva selección griega, pero la pelota (definitivamente no dobla) no entraba, gracias a la gran actuación del guardametas griego, el poste y algunos yerros en la puntería. Y entró a la cancha Martín, el hombre de las leyendas contemporáneas. Martín Palermo, el de los goles especiales, de muchos campeonatos trasegados (varios ganados), estrella de Boca Juniors, goleador del Submarino Amarillo durante su paso por España. Un tipo que a los treinta y seis años debuta en un mundial, nunca un habilidoso, siempre efectivo. El mismo que una vez erró tres penales en un partido de la Copa América realizada en Paraguay, jugando contra Colombia para el seleccionado argentino. El que se rompió una pierna y volvió a las canchas luego de una larga y compleja recuperación. Un profesional que toda su vida se ha entrenado, con voluntad y vocación. Un jugador, finalmente, que sabe estar ahí cuando aparece el rebote o el centro bien colocado, para el cabezazo letal. Y lo más importante: constante, trabajador y –sobre todo- humilde, a pesar de ser un ídolo para buena parte de los aficionados argentinos.

Minuto ’89, jugada espectacular de Di María, Pastore y Messi (dicho sea de paso, este muchacho, Pastore, un fenómeno) gran atajada de Tozrvas ante el disparo de Messi; ¿a quién le cae la pelota? A Martín. Gol. Asunto liquidado. Pero no sólo se trató de un gol, siempre importante en este tipo de partidos. No creo que haya un solo aficionado argentino que no se haya alegrado (supongo que muchos hasta se han emocionado) ante el hecho concreto: no es un gol cualquiera, es gol de Palermo y al final del partido. Sinceramente creo que se lo merecía. Lo dice un archirrival, seguidor de River Plate.

Va concluyendo la primera etapa del campeonato. La Argentina, sin ser un equipo “invencible”, con ajustes por realizar, ha dado sobradas muestras de buen juego. Realmente el plantel argentino es muy bueno y todos sus integrantes están en muy buen nivel, afilados diría. Pero hay algo que creo mucho más importante: se observa un grupo cohesionado, sereno, que intenta ir de menor a mayor, y algo fundamental: sale a ganar. Veremos ahora que pasa. De aquí en adelante, cada partido es eliminatorio. Por lo pronto nos toca México, buen equipo. Se puede ganar o se puede perder. En todo caso, si el equipo argentino sigue jugando como lo ha hecho hasta ahora, quien quiera vencerlo deberá jugar muy bien, realmente bien o, eventualmente, tener más suerte de la habitual.

Voy cerrando mi comentario futbolero. Maradona ha vuelto a sorprender. Más allá de su condición de “estrella” del fútbol a nivel mundial y showman innato, esta vez está sereno, medido en sus declaraciones, muy atento a sus jugadores. Tanto él como el resto del cuerpo técnico (destaco a Enrique y Mancuso) están haciendo un gran trabajo. Se podrán equivocar o acertar (hasta ahora han tenido un buen par de aciertos a la hora de los necesarios cambios, tanto en juego como entre partidos), pero da la sensación de que saben lo que quieren. No hace mucho he sido especialmente crítico con Maradona, ante sus exabruptos públicos. Ahora, nobleza obliga, debo manifestar mi aprobación por lo hecho hasta ahora.


Termino. Hoy leí en la prensa Brasileña el siguiente titular: “Argentina, nos vemos en la final”. No estaría mal ¿no? Uno tiene su corazoncito. Pocas cosas me darían más satisfacción de poder ver este partido, aunque sea desde lejos y por la “tele”. Ni les cuento si el sueño se cumple. ¿Se imaginan? Tristeza nao tem fin…


Fotografía de Guadalupe Aizaga, para La Nación. Buenos Aires.

4/6/10

Dos (una historia por entregas) 2.3.

"Dos" ha vuelto. ¿Acaso alguien ha pensado que este relato estaba terminado? De ningún modo. Digamos que nos hemos tomado una pausa hasta resolver algunos aspectos técnicos indispensables. Además, un poquito de misterio nunca viene mal ¿no creen? Allí vamos, prosigue la aventura de contar una aventura.

Decía en la anteúltima entrega de esta historia por entregas que teníamos resuelto el proyecto ejecutivo para reconstruir la casa, las ganas de poder llevar adelante esta obra y la decisión política de quien era por entonces Intendente de la ciudad, el Sr. Mario Daniele. Faltaban los fondos mínimos e indispensables para poder solventar la construcción. También el consenso de una parte de los pobladores más antiguos toda vez que, curiosamente, no faltaban quienes se oponían a la obra. También se opusieron muchos (en realidad no éramos tantos por aquel entonces, la mayor parte prestando servicios en distintas dependencias estatales) colegas arquitectos, cuestión que en su momento me dejó pasmado y que –a pesar de los años que han transcurrido- nunca he podido comprender o explicarme desde un análisis basado en la buena fe. Como creo que no cabe otro tipo de análisis, supongo que me iré de este mundo sin haber comprendido tan extraña reacción.

Lo cierto es que cuando los proyectos compartidos, y amados, se estancan en traicioneros bosques que impiden ver con claridad la senda, suele aparecer alguien que aporta una solución creativa que permite encontrar la salida y seguir para adelante. Ese “alguien” no fue otro que el Sr. Raúl Berrone, por entonces Secretario de Obras Públicas del municipio. Palabra más, palabra menos, la idea fue la siguiente:

Muchachos, me parece que quienes resisten la idea no están debidamente informados ¿Qué pasa si convocamos a los viejos pobladores a una presentación integral del proyecto y, en tal circunstancia, proponemos un mecanismo por el cual se obtengan fondos a partir del pago anticipado y voluntario de sus impuestos municipales, por el período que fuere, según las posibilidades económicas de cada uno y nunca más allá de nuestra gestión? Y luego: ¿Se podrá hacer un video que resuma todo esto? ¿Se pueden montar paneles donde se exhiban los planos? ¿Por qué no hacer una buena presentación? Se podrán imaginar nuestra respuesta.

Y volviendo a esto de los proyectos compartidos, o si se prefiere "la buena onda", allí estuvieron Fabián Fiocchi y Hugo Tauro (a quienes ya habíamos molestado para que fueran registrando en video distintos pasos del proceso de desarme de la casa), del mismo modo que Antonio Wallner (gran esquiador y en aquellos tiempos un caracterizado locutor de Radio Nacional de Ushuaia), y nuestro entusiasmo a prueba de balas. ¿Video? Si hubiese sido necesario hacíamos un film completo.

Estuve (para variar) un par de días adherido a aquella arcaica PC que supe tener alguna vez, como ahora, pero con algunas distancias tecnológicas, claro está. Imaginen: disco de 250 megas y el procesador de textos nada menos que el inmortal WordStar 6; diskettes 5.25” 2S/HD. Seguramente cualquier joven que esté leyendo esto pensará, y no sin razón razón (todo esto pasaba en 1993), “mi madre, este tipo es del tiempo de las cavernas.” El resultado: un texto que, hoy por hoy, me suena un tanto grandilocuente. Así y todo, le tengo cariño.

Luego, durante algunos días, nos constituimos en las instalaciones de Gama Producciones y gracias a la infinita paciencia de Fabián, instalado en la mesa de edición cual tornillo autoaterrajante, los aportes muy oportunos de Hugo, la particular forma de decir de Antonio, y las ideas que Bocha y quien esto escribe íbamos aportando, salió el bendito video. Aquí está la pieza de museo.



Con las baterías bien cargadas, revisado a fondo el material que sería presentado, redactado y perfeccionado el mecanismo de financiamiento ideado por Raúl, se lanzó la convocatoria. Gran reunión. Ocurrió en el salón del Hotel Albatros (hoy ya no es el mismo, ha ganado en sofisticación, aunque lo siento un tanto impersonal) y no fueron pocos los que allí estuvieron. Entre ellos dos personas que aportaron un decisivo apoyo al proyecto: el Turco Salomón y Mariano Viaña. La idea funcionó y, si bien no se recaudó la totalidad de los fondos necesarios, alcanzaba para poder comenzar la obra y esperar al ejercicio del año siguiente para destinar en el presupuesto municipal la partida correspondiente, Concejo Deliberante mediante.

Un tiempo después, hechos los trámites del caso, comenzábamos la obra. La seguimos otro día.


Nota 1: Mi agradecimiento a Fabián Fiocchi quien ha tenido la gentileza de digitalizar las imágenes originales que, como se imaginarán están registradas en soporte magnético, en los archivos de Gama Producciones. El resultado ha sido muy satisfactorio si consideramos que las filmaciones y la edición datan de 1993.

Nota 2: Debo reconocer un error de interpretación de mi parte. En algún momento el texto habla de "...la imagen [del edificio] y su ornamentación tienen una fuerte impronta neoclásica." Esto es incorrecto, todavía no había estudiado lo que luego aprendí. La imagen no se corresponde con el Neoclasicismo, sino con otro tipo de arquitectura muy presente en la Patagonia Austral (originado en el centro y norte de Europa), tanto de Tierra del Fuego y sur de Santa Cruz, como la de la Región de Magallanes, República de Chile. De hecho, la primer secuencia de fotografías de similares edificios ha sido tomada en la ciudad de Punta Arenas en el decurso de la investigación oportunamente realizada. Luego, la segunda, se corresponde con edificaciones de la ciudad de Ushuaia. Lo que sí tiene una impronta neoclásica es la ornamentación que presenta la fachada de nuestra casa, en particular las falsas pilastras.

Nota 3: Cualquiera que visitara hoy la ciudad de Ushuaia, no encontraría el paisaje urbano que se muestra en este video como representativo "del hoy". La ciudad no solo ha cambiado, su población también, empezando por el número de habitantes... y de automóviles

3/6/10

Expresiones populares (II)

Hace casi un año anduve dando algunas vueltas en este sitio alrededor de lo que uno supone es "lo popular". Bien, volvemos sobre el tema, gracias al oportuno aporte de mi hermana Dolores, quien me hizo ver algo que creo debe ser compartido. Es muy posible que los amigos de este espacio ya conozcan lo que a continuación se publica, en especial si viven en España. Así y todo, vamos con el asunto.


Sinceramente vayan mis felicitaciones a la Asociación Gayarre Amigos de la Ópera de Navarra (AGAO); han tenido una magnífica idea. ¿Que te parece si nos ponemos a cantar?

1/6/10

Doscientos (Bonus track)


Entre los tantos eventos que se han venido realizando hasta la fecha con motivo de cumplirse doscientos años de la Revolución de Mayo de 1810, hay uno que me ha parecido hermoso y, aunque lo sé bastante conocido y difundido, creo que vale la pena destacarlo. Me refiero al Encuentro y Regata Bicentenario de Grandes Veleros (Velas Sudamérica 2010 - ver aquí), organizado conjuntamente por las armadas de nuestra hermana República de Chile y la de la República Argentina, en el que participan grandes veleros del mundo. Bergantines, goletas y fragatas de distintos países –tanto civiles como militares- han desplegado sus mágicas velas en un recorrido que comenzó por Río de Janeiro y culminará hacia fines de este mes en el puerto de Veracruz.

Quienes vivimos en Ushuaia hemos tenido el privilegio de ser uno de los puertos incluidos en este recorrido allá por el mes de marzo. ¡Qué placer! Ver estas naves, desplegando sus velas al viento, con sus banderas flotando en el aire, trasegando el mar.


Siempre me fascinaron los barcos y mucho más las historias de ignotos mares y osados navegantes: aventuras por doquier, muchas de ellas fundamento de mis lecturas juveniles y materia de recuerdos imborrables. Luego, el mar, presencia inabarcable, siempre amado.


Los barcos, decía, por aquí anduvieron y fue una fiesta. Luego, zarparon hacia otro destino, siguiendo su derrotero. Cuando los observaba alejándose hacia el océano por el Canal Beagle, uno tras otro en ordenada fila, recordé aquellas historias de héroes y piratas que tantas alegrías me han dado y, confieso, sentí un poco de nostalgia. En ese instante deseé ser viento.

Foto N° 1, "Sinfonía de mástiles y aparejos"" es una gentileza del Dr. Jorge Rossi.
Foto N° 2, ha sido tomada del material publicado en la ya citada página web. En ella vemos al clipper Cisne Branco (Brasil) y, más allá, nuestra gloriosa Fragata Libertad.
Foto N° 3, "Bahía de Ushuaia" es una gentileza del Sr. Edelio Mella.