4/6/10

Dos (una historia por entregas) 2.3.

"Dos" ha vuelto. ¿Acaso alguien ha pensado que este relato estaba terminado? De ningún modo. Digamos que nos hemos tomado una pausa hasta resolver algunos aspectos técnicos indispensables. Además, un poquito de misterio nunca viene mal ¿no creen? Allí vamos, prosigue la aventura de contar una aventura.

Decía en la anteúltima entrega de esta historia por entregas que teníamos resuelto el proyecto ejecutivo para reconstruir la casa, las ganas de poder llevar adelante esta obra y la decisión política de quien era por entonces Intendente de la ciudad, el Sr. Mario Daniele. Faltaban los fondos mínimos e indispensables para poder solventar la construcción. También el consenso de una parte de los pobladores más antiguos toda vez que, curiosamente, no faltaban quienes se oponían a la obra. También se opusieron muchos (en realidad no éramos tantos por aquel entonces, la mayor parte prestando servicios en distintas dependencias estatales) colegas arquitectos, cuestión que en su momento me dejó pasmado y que –a pesar de los años que han transcurrido- nunca he podido comprender o explicarme desde un análisis basado en la buena fe. Como creo que no cabe otro tipo de análisis, supongo que me iré de este mundo sin haber comprendido tan extraña reacción.

Lo cierto es que cuando los proyectos compartidos, y amados, se estancan en traicioneros bosques que impiden ver con claridad la senda, suele aparecer alguien que aporta una solución creativa que permite encontrar la salida y seguir para adelante. Ese “alguien” no fue otro que el Sr. Raúl Berrone, por entonces Secretario de Obras Públicas del municipio. Palabra más, palabra menos, la idea fue la siguiente:

Muchachos, me parece que quienes resisten la idea no están debidamente informados ¿Qué pasa si convocamos a los viejos pobladores a una presentación integral del proyecto y, en tal circunstancia, proponemos un mecanismo por el cual se obtengan fondos a partir del pago anticipado y voluntario de sus impuestos municipales, por el período que fuere, según las posibilidades económicas de cada uno y nunca más allá de nuestra gestión? Y luego: ¿Se podrá hacer un video que resuma todo esto? ¿Se pueden montar paneles donde se exhiban los planos? ¿Por qué no hacer una buena presentación? Se podrán imaginar nuestra respuesta.

Y volviendo a esto de los proyectos compartidos, o si se prefiere "la buena onda", allí estuvieron Fabián Fiocchi y Hugo Tauro (a quienes ya habíamos molestado para que fueran registrando en video distintos pasos del proceso de desarme de la casa), del mismo modo que Antonio Wallner (gran esquiador y en aquellos tiempos un caracterizado locutor de Radio Nacional de Ushuaia), y nuestro entusiasmo a prueba de balas. ¿Video? Si hubiese sido necesario hacíamos un film completo.

Estuve (para variar) un par de días adherido a aquella arcaica PC que supe tener alguna vez, como ahora, pero con algunas distancias tecnológicas, claro está. Imaginen: disco de 250 megas y el procesador de textos nada menos que el inmortal WordStar 6; diskettes 5.25” 2S/HD. Seguramente cualquier joven que esté leyendo esto pensará, y no sin razón razón (todo esto pasaba en 1993), “mi madre, este tipo es del tiempo de las cavernas.” El resultado: un texto que, hoy por hoy, me suena un tanto grandilocuente. Así y todo, le tengo cariño.

Luego, durante algunos días, nos constituimos en las instalaciones de Gama Producciones y gracias a la infinita paciencia de Fabián, instalado en la mesa de edición cual tornillo autoaterrajante, los aportes muy oportunos de Hugo, la particular forma de decir de Antonio, y las ideas que Bocha y quien esto escribe íbamos aportando, salió el bendito video. Aquí está la pieza de museo.



Con las baterías bien cargadas, revisado a fondo el material que sería presentado, redactado y perfeccionado el mecanismo de financiamiento ideado por Raúl, se lanzó la convocatoria. Gran reunión. Ocurrió en el salón del Hotel Albatros (hoy ya no es el mismo, ha ganado en sofisticación, aunque lo siento un tanto impersonal) y no fueron pocos los que allí estuvieron. Entre ellos dos personas que aportaron un decisivo apoyo al proyecto: el Turco Salomón y Mariano Viaña. La idea funcionó y, si bien no se recaudó la totalidad de los fondos necesarios, alcanzaba para poder comenzar la obra y esperar al ejercicio del año siguiente para destinar en el presupuesto municipal la partida correspondiente, Concejo Deliberante mediante.

Un tiempo después, hechos los trámites del caso, comenzábamos la obra. La seguimos otro día.


Nota 1: Mi agradecimiento a Fabián Fiocchi quien ha tenido la gentileza de digitalizar las imágenes originales que, como se imaginarán están registradas en soporte magnético, en los archivos de Gama Producciones. El resultado ha sido muy satisfactorio si consideramos que las filmaciones y la edición datan de 1993.

Nota 2: Debo reconocer un error de interpretación de mi parte. En algún momento el texto habla de "...la imagen [del edificio] y su ornamentación tienen una fuerte impronta neoclásica." Esto es incorrecto, todavía no había estudiado lo que luego aprendí. La imagen no se corresponde con el Neoclasicismo, sino con otro tipo de arquitectura muy presente en la Patagonia Austral (originado en el centro y norte de Europa), tanto de Tierra del Fuego y sur de Santa Cruz, como la de la Región de Magallanes, República de Chile. De hecho, la primer secuencia de fotografías de similares edificios ha sido tomada en la ciudad de Punta Arenas en el decurso de la investigación oportunamente realizada. Luego, la segunda, se corresponde con edificaciones de la ciudad de Ushuaia. Lo que sí tiene una impronta neoclásica es la ornamentación que presenta la fachada de nuestra casa, en particular las falsas pilastras.

Nota 3: Cualquiera que visitara hoy la ciudad de Ushuaia, no encontraría el paisaje urbano que se muestra en este video como representativo "del hoy". La ciudad no solo ha cambiado, su población también, empezando por el número de habitantes... y de automóviles

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada día me gusta más esta historia y la manera en que es contada.Es un placer!!

ars dijo...

Gracias.

Anónimo dijo...

Sigo esta historia con atención y me gusta. Hay algo que no entiendo. ¿Por qué los arquitectos se oponían? Que yo sepa los arquitectos suelen apoyar estas cosas.

ars dijo...

En verdad no sé por qué. Probablemente influyó -en ese entonces- el desconocimiento que, en general, había respecto de la preservación del Patrimonio. Me parece que en la actualidad esto ha cambiado.

Palabras como nubes dijo...

Qué lindo vídeo! Caminé por esa casa (dentro del vídeo, por supuesto) -Reconocí la foto, también-. Qué bueno que el pueblo se haya comprometido con el proyecto y aportado, además.
Muy buena la voz de Wallner.
El wordstar!!! Ay, cuántos recuerdos jajajajaa, pertenezco a la edad de las cavernas, yo lo utilicé, es más, aprendí con él.
MUY MUY buen posteo, Francisco, gracias!

Abrazo
Jeve.

ars dijo...

Gracias, sos muy generosa.