9/7/10

194 palabras (acerca del 9 de Julio)

Domingo. El sol del invierno suburbano apareció tímidamente aportando calidez, entreverándose entre las ramas de los árboles despojados de su follaje estival. La pátina del rocío nocturno se demoraba sobre las baldosas y en los adoquines de la calzada.

El desayuno, ese día especial y reforzado, entregó energía adicional (como si hiciese falta); el guardapolvo impecable, perfumado de almidón, prometía inmunidad. Cabello prolijo (especialmente cortado por Don Dante la tarde anterior), los zapatos Gomycuer brillantes como nunca, a fuerza de betún y cepillo. Pantalón corto de franela, camisa blanca, medias tres cuartos y un buen pulóver. Todo era perfecto y así debía ser ya que la fiesta era trascendente.

A media mañana la familia entera, de punto en blanco, partió caminando hacia la escuela del barrio, sonriendo, tomados de la mano. En el camino nos cruzamos con García, el del taller de motos. Bertana, el tano de la esquina, colgaba la bandera en la ventana de su almacén.

-Buen día, Sr. García. Feliz Día de la Patria.
-Felicidades a vos, pibe. ¡Qué pinta!
-Voy a recitar la Oración a la Bandera, Sr. García…

9 de Julio. Día de la Independencia. Hermoso recuerdo de infancia.


Nota: La imagen corresponde a la Escuela Primaria Básica N° 9, de Quilmes (Bs. As.); mi escuela.

5 comentarios:

Palabras como nubes dijo...

Gracias por compartir estos recuerdos!! :)
Son de esos que llenan los ojos de una nostalgia dulce.

Abrazo
Jeve.

PD:"Bertana, el tano de la esquina, colgaba la bandera en la ventana de su almacén".

Mastrocuervo dijo...

Lindo post, Fran.

"Altri tempi", las celebraciones en la escuela se hacían el día que correspondía, porque el feriado era para recordar el acontecimiento patrio(por eso Bertana colgaba la bandera) y no para empalmarlo como fin de semana largo y hacerse una escapada a cualquier lado.

Guardapolvo almidonado con la escarapela en la solapa, Gomycuer brillantes, pelo acondicionado con fijador sólido York, pantalón corto y medias tres cuartos, la seño -luciendo ese día su peinado batido de peluquería y un maquillaje de luxe- que nos hacía tomar distancia en la fila del patio.

Me despertaste tan lindos recuerdos...

Muy lindo post, qué digo lindo: casi un tanguito!

ars dijo...

No me digas, Jeve, que conociste el almacén de Bertana. En rigor de verdad el almacén estaba sobre Hipólito Irigoyen, casi Matienzo. En el local de la esquina había una peluquería "de señoras".
¡Aguanten los Gomycuer!, Mike. Luego, sí, esto podría ser un tanguito. El Tango es nostalgia.

Anónimo dijo...

Es un lindo recuerdo, y está bien contado.
Abrazo

ars dijo...

Gracias. Sin "creermela" (ojalá uno fuera un buen escriba, pero en serio) a mí también me parece bien contado. Son exactamente 194 palabras, en honor a los 194 años de ocurrida la "parada" de la Independencia.