12/7/10

Ganó el fútbol (apuntes de un hincha)

Listo. España ganó la Copa del Mundo y la ganó muy bien. Es el equipo que, cuando las cosas iban en serio, jugó al fútbol. Porque este equipo le ha dado al mundo una lección de cómo se juega a la pelota. Y no es que el seleccionado de Los Países Bajos hubiera jugado mal. Ellos, en su actual estilo (que no es el que nos embelesó allá por el ’74 y el ’78), hicieron lo suyo. También pegaron demasiadas patadas. Podrían haber embocado un gol y vaya uno a saber lo que pasaba. En estos partidos las cosas son así. Pero no ocurrió y, en mi humilde opinión, esta vez se hizo justicia: ganaron la habilidad, el toque, la velocidad, el juego asociado, la garra. Y la voluntad de ganar. El equipo de España es un equipazo y su conductor un tipo que sabe muy bien hacer las cosas. Como muy bien han sabido festejar esta copa los españoles, que en esto de festejar saben lo que hacen. Mi madre ¡qué fiesta!


Francamente he disfrutado el partido del domingo. Quizás no tanto como el que dirimieron españoles y alemanes en la semifinal, pero esta final de ayer me ha dejado lleno, como cuando uno sabe que ha disfrutado de un muy buen almuerzo. La final es la final y encima con suspenso.


No me puedo olvidar, por supuesto, de otro gran partido. El sábado Alemania y Uruguay dieron otra lección. Sinceramente me dejó algo desencantado que La Celeste no se impusiera. Me parece que los amigos del Río de la Plata han tenido un poco de mala suerte (ya saben, ese pulpo de mierda). Para mí merecieron ganar. Pero los alemanes, ya se ha dicho aquí, no son un equipito cualquiera y ellos también querían ganar. De todos modos lo hecho por Uruguay ha sido notable y no en vano la votación final al jugador más destacado recayó en Forlán. Muy bueno lo de Uruguay. Iban de punto y terminaron arrimados a la banca.

La pelota ha dejado de rodar. Ya pasó todo lo que tenía que pasar. Hubo ganadores y perdedores, como en todo juego. El mega espectáculo (ni hablar del gran negocio de la F.I.F.A.) ha salido muy bien y millones de seres humanos lo hemos seguido con mayor o menor atención. Uno, como aficionado al fútbol, hubiera querido que el equipo argentino jugara la final y, además, que la ganara. No pasó porque hubo equipos que jugaron mejor, mucho mejor. Será cuestión de esperar hasta la próxima ronda de pelota y T.V. para volver otra vez a las sanas pasiones que la globa despierta.

Mis amigos, hay algo que –justamente como amante del balompié- me deja muy tranquilo: esta vez ha ganado el fútbol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uruguay merecía ganarle a Alemania, la culpa la tiene ese pulpo!!!