29/5/08

Jonathan, Jonathan, Jonathan...


Estoy cansado, como lo están muchos de los que habitan estas tierras del sur, al menos los que pertenecemos a una generación que ya está harta de violencias y espíritus crispados. Y no solo el cansancio encontró cobijo en nuestros espíritus. Merodean el asombro, la decepción y una buena porción de incertidumbre.
¿Por qué? Una buena pregunta, que reconoce unas cuantas respuestas. Y allí está el punto: no hay respuestas unívocas ni verdades absolutas. Cuando se pretende que las haya, contra natura, empiezan los problemas. Sin diálogo no hay justicia y, sin ella, la democracia es una entelequia formal.
No descubro nada nuevo si traigo a este espacio el recuerdo de Sócrates, quien no se ocupó sino de ética, e introdujo el diálogo como método para llegar a averiguar algo universal acerca de las cosas. Reflexionar no daña, enriquece.
Últimamente estamos algo escasos de diálogo (ni hablar de reflexión) y la consigna que prevalece es la de vencer, a cualquier costo. Hay que ganar y la lucha debe servir de cruel espectáculo mientras que la victoria resulta un escarmiento para el vencido, si es que éste no murió en el trámite; peligrosa tendencia reduccionista que me lleva a recordar el film de Norman Jewison, Rollerball, un clásico de 1975, recreado hace unos años en una versión poco feliz.
Cualquier parecido con la realidad es mera casualidad o, si se prefiere, producto de una de mis asociaciones ilícitas.

26/5/08

Ensimismados

Según cuentan los que saben, las monarquías absolutas del siglo XVIII y, con ellas, el conjunto social cercano al poder, prefirieron abstraerse cada vez más de la realidad (bastante cruel y desigual, por cierto) sumergiéndose progresivamente en un mundo de ensoñación, diría ficcional. También decadente.
Hay una película notable que muestra algo de esto, Relaciones Peligrosas, una adaptación de la novela de Choderlos de Laclos, acerca del eterno y universal poder manipulador del sexo, en los círculos aristocráticos franceses del siglo XVIII.
Un inmejorable trío interpretativo Con Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pfeiffer, encabeza un elenco que se completa con Uma Thurman y Keanu Reeves, entre otros. La dirección de este film que obtuvo tres premios Oscar, pertenece a Stephen Frears.
Hurgando por ahí me encontré con un blog, palincestos, que comenta esta obra. No perderemos nada si nos tomamos un momento en leer lo allí comentado.
Este fin de semana -adosado a la T.V.- me enteré que en el canal de cable se repuso la proyección de Relaciones Peligrosas. Creo que si no ha sido vista vale la pena intentar hacerlo. La película es buena y las actuaciones de Close y Malkovich notables.
También este fin de semana, como la gran mayoría de los argentinos, asistí a un nuevo –y también notable- capítulo de la controversia de nuestro gobierno con un creciente segmento de la población. En verdad hay que hacer un ejercicio muy amplio de comprensión para entender lo que es inexplicable.


No es mi intención enfrascarme en un análisis que no estoy en condiciones de hacer. Si embargo, no se por qué, se me ocurrió recordar los tiempos del pasado que cito más arriba y, en particular, a un hermoso cuadro de Jean-Honoré Fragonard: El columpio. Se trata de una obra fechada en 1767, es un óleo sobre lienzo y hoy pertenece a la Wallace Collection de Londres.


El amigo Fragonard fue sin duda alguna un colorista virtuoso, que supo dar vida a hojas y nubes gracias a un pincel atrevido, como la mayor parte de sus obras. Tanto, lo de atrevido, que Fragonard fue despachado de la corte de Luis XV por ser demasiado libertino.
Por ahí ya va llegando el momento de que algunos señores de la corte que nos gobierna vayan regresando a sus casas, dejando espacio para que entre el aire fresco. También, me parece, que vayamos bajando un poco a la tierra, la de los mortales, y dejemos las fantasías de lado.

24/5/08

Un año

Hace un año falleció mi viejo. 24 de mayo.
Podría decir muchas cosas. O nada. Se me fue un tipo con el que nunca estuve de acuerdo y con el que siempre pude acordar. Simplemente mi papá.
Te extraño, viejo. Te extraño.

Talento

Escuchá. Es bello.

">

Comentario al margen: ¿Notaste que a Luciano y a Tracy no se les mueve un músculo cuando cantan como cantan?

23/5/08

Goya

De todos los pintores de su época, es posible que sea el más cercano a nuestra sensibilidad. Sus imágenes nos son cercanas, no necesitamos ser historiadores ni eruditos para advertir su importancia, puesto que su proximidad la hace evidente. Miramos su obra como algo nuestro, ya que sus óleos, grabados y dibujos –aunque temáticamente distantes- parecen representar nuestro mundo, la actitud que podemos tomar frente a él, los valores que aceptamos y exhibimos, en los que nos fundamentamos.
La visión que tiene el artista aragonés de la guerra es bien distinta al común denominador de la pintura heroica. El no contempla la guerra como el ámbito de una actividad heroica, sino como el ámbito de la crueldad, la tortura, el hambre y la miseria, la violación. Ni siquiera se permite tomar partido por unos u otros.


En la guerra, para Goya, no hay buenos y malos. Hay sólo desgracia, brutalidad, barbarie. No son buenos los españoles que resisten la invasión francesa, tampoco los franceses que difunden las nuevas ideas. Si éstos matan y aniquilan a los patriotas por procedimientos bestiales (la horca, el fusilamiento, la mutilación), los españoles no les van a la zaga: arrastran y golpean a sus invasores hasta que mueren, los empalan y mutilan, tal como se ve en una de las estampas más brutales de Los Desastres de la Guerra, quizás una de las imágenes más violentas de la historia del arte moderno: Esto es peor.
Luego, podemos tener dudas sobre la nacionalidad de este empalado, pero franceses son los mostachos de los mutilados y descuartizados en Grande hazaña.


Goya nos dice que los autores de tanta violencia no son fuerzas cósmicas desatadas, ni fuerzas políticas de carácter universal. Son hombres concretos, en los que podemos reconocernos. Lo hace evitando la distancia que hace de la violencia un espectáculo. La aproxima a nosotros de una manera tan cruel como magistral. Sus escenas no narran secuencias o relatos ordenados, él no construye una historia, sino que compone variaciones sobre temas: las distintas formas de la muerte, la tortura o el hambre. El sentido heroico que en otros artistas posee la muerte se pierde en la obra de Goya, a la vez que la visión distante de la realidad de este tipo de conflictos. Los fusiles casi tocan al que va a ser fusilado, los verdugos acompañan al ahorcado, la empalación o la mutilación son acontecimientos próximos que han perdido cualquier grandeza. Del mismo modo que carecen de ella los cadáveres despojados o los que, víctimas de las enfermedades o el hambre, son trasladados en carretones al cementerio. No hay consuelo sentimental, como no lo hay en términos ideológicos, tampoco estético: la muerte, la guerra, el hambre, no son un espectáculo ni se justifican.


Me permito instalar en el lector la siguiente pregunta: ¿qué es hoy, a su juicio, la guerra, más allá de la catarata de imágenes cinematográficas que los medios de comunicación masiva nos transmiten sobre lo que se supone son guerras justas?

P.D. No te pierdas la oportunidad de recorrer y disfrutar (aunque sea virtualmente) una obra tan fascinante como Los Fusilamientos. Andate al Museo del Prado (aquí) y usá el "zoom".

22/5/08

Luchando



La jornada comenzó, como todos los días, muy temprano. Estamos en mayo y como es de esperar en esta época del año, la ciudad se presentó escarchada por el frío. Hice las primeras cosas del día hasta que, finalmente, llegué a mi estudio. Allí ya estaba Diego, uno de mis colaboradores, preparando el mate de las primeras horas. Más tarde llegaron Marcelo y Cristian. Estábamos todos, dispuestos y ansiosos por trabajar: sabemos que si no trabajamos no comemos. Sabemos también que la calle está dura y es necesario hacer esfuerzos adicionales para seguir adelante.

A media mañana empezamos a oír algunos bocinazos, no demasiados aunque inhabituales. Ushuaia es una ciudad poco ruidosa, al menos hasta ahora. Así y todo añoro los profundos silencios de años atrás, cuando por aquí vivíamos unos cuantos menos.

Al principio no prestamos mayor atención pero como la cosa seguía, insistente, pregunté a los muchachos si sabían qué era lo que estaba pasando.

-Debe haber alguna boda- arriesgó Diego.
-Diego, es miércoles. Nadie anda festejando casorios a las 10 de la mañana con un frío como el de hoy- respondió Marcelo escéptico.
-Seguro que se trata de otra cosa, por ahí una manifestación. El partido de fútbol es a la noche- aporté -¿Por qué no se fijan?-

Como los muchachos no me daban demasiada bolilla tomé la iniciativa asomándome a la ventana que da a la calle. Desde allí, además, se vislumbra el edificio ocupado por la Secretaría de Trabajo y no es raro que cada tanto aparezca algún grupo de manifestantes realizando algún reclamo sindical, bombos incluidos. Nada de bombos, el sitio estaba despejado.

-¿De dónde salen los bocinazos?- me pregunté. Seguí observando. Soy pertinazmente curioso y cuando una pregunta se instala en mi dura cabeza, no paro. De pronto veo aparecer una caravana de automóviles, en fila india, como para estirar la cosa, encabezados por uno (sedán 4 puertas último modelo, impecable y envidiable); en el asiento del acompañante se encontraba una dama haciendo las veces de porta estandarte, revoleando una bandera que me pareció la insignia del gremio que agrupa a los docentes en Tierra del Fuego.

Recordé que esta organización se encuentra en medio de un nuevo "paro y movilización", esta vez por 48 horas consecutivas. En lo que va del año, entre las medidas de fuerza del gremio apuntado, más las llevadas adelante por el sindicato que agrupa al personal de maestranza de las escuelas de la provincia, prácticamente se han perdido o desnaturalizado el cincuenta por ciento de los días de clases programados. La cosa no es menor y están en un punto tal que los estudiantes, o al menos unos cuantos de ellos, ya han dejado de "festejar" el hecho que no haya clases y reclaman tenerlas normalmente y poder concurrir a sus escuelas. El dato curioso es que en Tierra del Fuego los docentes (importante sector del abundante mundo de los empleados estatales) se encuentran entre los mejores pagos del país y perciben, en su gran mayoría, emolumentos nada despreciables.

Por un momento observé la caravana. Ocupaba, de a un automóvil en fondo, alrededor de una cuadra y media, esto es unos 120 a 130 metros. Aquí una cuadra tiene 80 metros de longitud. Luego del auto insignia, se sucedían un Toyota, luego un Chevrolet Corsa, a continuación una 4 x 4 Nissan, y así sucesivamente. Desentonaba un Renault Clío. Demasiado pequeño el móvil. La marcha era lenta, como para hacerse notar. Los bocinazos se intensificaron un poco, pero no demasiado. La totalidad de la flota movilizada se presentaba impecable, diría que casi nueva.

-Las masas trabajadoras marchan en sus autos último modelo- disparó sin anestesia Cristian. El tiene 20 años, los cumplió hace poco. Su joven esposa está por tener el primer hijo de la pareja. Ellos se sostienen con su trabajo. Además, ambos están completando estudios intermedios que les abran nuevos horizontes. Cristian aspira a convertirse en Maestro Mayor de Obras y muy poco le está faltando para lograrlo. Quiere crecer, desea y necesita aprender.

La fila se detuvo. Se ve que había que coordinar la marcha. Observé que varias personas bajaron de sus autos. Algunos no paraban de hablar por teléfono, haciendo uso de sus aparatos móviles. Si bien no podía ver estos aparatos con detalle, me pareció identificar unos cuantos con MP3, cámara y demás. Por lo menos dos damas y un caballero (éste portando un letrero que rezaba: "Los maestros enseñamos a luchar"), tenían la mínima cucarachita que ahora hace las veces de auricular, la misma que los adolescentes y jóvenes de este tiempo parecen tener adherida al sistema auditivo, a modo de extensión natural de sus orejas.

La fila se movió un poco y los sujetos aludidos, incluido el señor del cartel, terminaron unos cuarenta o cincuenta metros más adelante. De los coches que los seguían descendieron dos damas más. Bajaron de un VW de los nuevos, esos que tienen pinta deportiva, color negro con vivos acerados. Una de ellas tenía puesto un tapado largo. La otra una campera Monclair. Es razonable, hacía frío.

Ellas también utilizaban sus teléfonos móviles. Parece que hablaban con los de adelante, aunque no estoy seguro. Observé que se hacían señas con la mano, como en un juego escolar que practican algunos adolescentes en las aulas, por el cual el que se sienta en la primera fila de bancos, llama por teléfono al del fondo y dialogan. A veces ni eso, basta con los SMS.

Después de algunos minutos, la caravana retomó su marcha. Se fueron las bocinas, los autos, el estandarte, los teléfonos y el cartel. Concluida la jornada me pude enterar por las noticias de la T.V. local que los ocupantes de los automóviles ocupaban instalaciones del Ministerio de Educación, al cual ingresaron por una ventana porque la puerta estaba cerrada. Las imágenes mostraron un par de señores batiendo tambores, a lo dunga dunga, rodeados por dirigentes y delegados gremiales. Supuse que los bombos y demás artefactos útiles para ejercer la docencia en el contexto de la terrible indigencia por la que pasan estos sacrificados servidores públicos, debían estar en el baúl de algunos de los autos ya descritos.

En lo que consideré todo un detalle de urbanidad, propio de educadores, no observé neumáticos encendidos, aunque si un buen tacho con leña. Se ve que, ante la falta del confort que brinda un buen auto, alguien se dedicaba a echar leña al fuego.

Antes de dormir hice un repaso de lo que pude ver y recordé el rostro de los hablantes telefónicos. Ellos tenían el ceño fruncido, se los notaba concentrados en su tarea. Es comprensible, pensé, no debe ser nada fácil enseñar a luchar.

18/5/08

Blues

Ella se llama Lisa Lavie. Es canadiense y canta muy bien. Que digo, recontrabien. Escuchala.



Agrego: En You Tube hay varios videos de esta notable cantante. No te prives de ellos, son todos buenos.

16/5/08

Sur



Te ví, te observé
estabas sola.
Un café entre tus manos
esperabas...

Carlitos, Daniel, El Loco y Juancho. También andaba yo por esos tiempos, en los que no conseguía que me salieran bien los redobles en la aporreada batería que tenía. Bueno, debo admitir que nunca me terminaron de salir muy bien.
Primero fuimos Jean Pirul. Terminada la secundaria y un "poco más en serio", terminamos en trío y queríamos ser como Cream o, de última, Manal. Se llamó Sur. Hasta escribí una letra de canción con tal título por esos tiempos.
Tres letras forman tan bella palabra, del sur escribía Borges, a quien conocimos de la mano de Pedro Barcia, nuestro entonces joven profesor de literatura. En el sur del Gran Buenos Aires vivíamos, en el hemisferio sur está nuestra querida tierra. Curioso: terminé en Ushuaia, bien al sur. Me gusta: Sur. Suena bien ¿no?
La canción nunca terminó de cuajar, era un plomazo. Sin embargo hicimos otras, como la que comenzaba con los versos que inician este post. Estaba buena. Música del Loco, letra de quien aquí escribe. Nunca tuvo título oficial aunque nosotros, adolescentes, la llamábamos La Puta, toda vez que no se trataba de otra cosa que una visión romántica, obviamente melancólica, de una protituta, con crítica social incluida. Lo dicho: pura adolescencia pelilarga, a lo Woodstock o Mayo del '68. Estamos justamente en el mes de mayo y se cumplen 40 años de la memorable parada.
¿A qué viene todo esto? No sé. Recién estaba recorriendo algunas imágenes para preparar una clase destinada a los adolescentes de hoy, mis estudiantes, y me topé con este cuadrazo de Hopper. Me acordé de la canción y... ya saben, asociación ilícita. ¿O será casualidad?
¡Salud! Queridos amigos. Esos años la pasamos bomba. Siempre estarán ahí, en el lugar de los grandes afectos.

P.D.1. En ese entonces no conocía la existencia de Edward Hopper. Si así hubiera sido, seguro que no me animaba a escribir la canción.
P.D.2. La consigna sigue vigente: La imaginación al poder.

9/5/08

Para Luiggi

Mi buen amigo Luiggi y su familia andan, en estos días, paseando por la Big Apple. No está mal. Es más, me gustaría darme una vuelta por Manhattan. Por el momento me limito, desde el extremo sur, a hacerle el aguante a mi amigo, en esta dura tarea en la que se ha enfrascado. Para amenizar, comparto con todos y en su honor, esta delicia: Liza Minelli y el gran Luciano cantando New York, New York. Está bueno, ellos no te van a defraudar.



PD: Qué macana ¿no? Ya no tenemos al gran Luciano. Lo extraño.

7/5/08

Es triste

No han sido pocas las veces que he compartido buena parte de las opiniones de Alejandro Rozitchner. Hoy, recorriendo su muy buen blog 100VOLANDO encontré un breve comentario que quiero compartir con los amigos que se atreven a visitar este sitio. Creo que Roztchner enfoca muy bien lo que nos está pasando por estas pampas, que es triste.
El artículo se titula Construyendo una nueva crisis.

2/5/08

Imagen Urbana IV

Corría el año 1889 cuando el Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires decidió afectar un terreno de 25.000 m2 sobre la calle Corrientes para que se estableciera un mercado destinado al abastecimiento de frutas y verduras para la creciente ciudad, que sería administrado por la Sociedad Anónima Mercado del Abasto Proveedor, integrada por productores y puesteros del clausurado Mercado Modelo de la Plaza Lorea.
Por entonces la provisión de estos alimentos se realizaba en precarias construcciones instaladas desordenadamente por la zona, a las cuales llegaban carretas con mercaderías. Y no solo supo haber vegetales: a pesar de que una ordenanza prohibía expresamente la comercialización de carnes y chacinados los habitantes de La Reina hacían caso omiso a tal disposición, detalle que me lleva pensar que la inveterada tendencia que tenemos los argentinos a sancionar normas que no cumplimos, no es ninguna novedad.
En 1904 se pone en funcionamiento la cámara frigorífica que construyó la sociedad, además de dos depósitos, totalizando unos 3.500 m2 aproximadamente. Esto no alcanzó y por los años veinte se toma la decisión de ampliar las instalaciones. Tuvieron que pasar unos 10 años para que en 1931 se colocara la piedra fundamental del nuevo edificio, inaugurado finalmente el 24 de marzo de 1934.

Fue proyectado por el ingeniero Delpini y los arquitectos Sulcic y Bes, profesionales que tuvieron a su cargo varios proyectos más que interesantes, entre ellos la Bombonera, canchita en la suelen jugar a la pelota los “primos” de Boca Juniors, un club de barrio.
En el caso que aquí tratamos, el resultado fue uno de los edificios más hermosos de la ciudad, con una superficie cubierta de 44.000 m2, con accesos para el tren, playas subterráneas de maniobras y estacionamiento, 540 puestos con comunicación telefónica, cámara frigorífica central y dos escaleras mecánicas, asombro de la época.
De más está decir que los alrededores se poblaron de conventillos y fondas de todo tipo. Por allí, entre tantos, anduvieron el Zorzal Criollo, Carlitos, y cientos de personajes que abonan la historia de Buenos Aires e hicieron su aporte a su cultura popular. ¿Cómo no recordar la película costumbrista de Lucas Demare, Mercado de Abasto, protagonizada por un elenco que encabezaron Tita Merello y Pepe Arias? (ver ficha) . Tita canta en ese film la milonga “Se dice de mi”, de Canaro y Pichot.

¿Cómo no recordar a Luis Ángel Firpo? El Toro Salvaje de las Pampas había nacido cerquita, en Caballito. Sin embargo, su barrio era el del Abasto y, su lugar de práctica, El Abasto Boxing Club, ubicado muy cerca del gran mercado.
En el año 1931 el Boxing pasó a llamarse Club Atlético Mercado de Abasto Proveedor y siguiendo los pasos del gran Firpo, allí se formaron varias glorias del boxeo argentino: Carmelo Robledo, campeón mundial pluma en las olimpíadas de Los Ángeles en 1932; Luis Sardella, campeón sudamericano de los medio medianos en el mismo año. Hubo otros que venían directamente del Mercado, entre ellos: el frutero Ángel Baieli, finalista en las Olimpíadas de Berlín en 1936; el inspector Nicolás Carmé, campeón amateur de peso pesado en 1946; y otro verdulero y notable peso pluma, Juan Carlos De Luca. Extraña combinación: verdulero y boxeador.

Pero, volviendo al imponente edificio, ¿qué pensaron y construyeron Delpini, Sulcic y Bes? Respuesta: una basílica. Lisa y llanamente una basílica romana, tamizada por el Art Decó, propio de las primeras décadas del siglo XX. Pura contundencia volumétrica.

Una basílica (basiliké) fue originalmente un suntuoso edificio público que en Grecia solía destinarse a tribunal. Ahora bien, si queremos poner la mirada en un momento de la historia occidental en que se desarrollaron y explotaron todo tipo de soluciones espaciales y/o constructivas para cuanta necesidad se presentara, debemos apuntar a la antigua Roma. El “Pueblo y el Senado de Roma” construyeron todo lo que se pueda imaginar y, en tal contexto, se multiplicaron las basílicas que, por lo general, ocupaban un sitio importante en los foros. Allí la basílica apareció hacia el siglo II AC. Era un edificio dedicado a transacciones comerciales o, más ordinariamente, a la administración de justicia; también se utilizaba como lugar de reunión de los ciudadanos para tratar asuntos comunes.
En cuanto a su concepción arquitectónica, se trataba de una gran sala rectangular compuesta por una o más naves (siempre en número impar, generalmente tres); en este segundo caso, la central era más ancha y alta y estaba soportada por columnas. La diferencia de alturas se aprovechaba para abrir huecos de iluminación en la parte alta de los muros. En uno de los extremos de la nave principal existía una exedra o ábside, donde se instalaba la presidencia, mientras que la entrada se efectuaba por el extremo opuesto a través de un pórtico. En ocasiones, la puerta de acceso también podía situarse en el centro de uno de los lados mayores. Por lo general la techumbre era plana y la cubierta a dos aguas, aunque hubo alguna, la de Majencio, cuyo techo fue resuelto con bóvedas despegándose así de la tradición.

Esta basílica fue empezada por el emperador Majencio alrededor del año 307 y fue terminada por Constantino después del 312. La calidad y el alcance de este edificio fueron excepcionales para su tiempo, considerándose como uno de los monumentos más importantes de la antigüedad clásica. Todo lo que queda hoy en día son las tres enormes entradas cubiertas por bóvedas de cañón.
Instalado el cristianismo en Roma, se aprovecha la forma basilical y, en muchos casos los propios edificios romanos, para utilizarlos como templo y en este sentido se utiliza hoy la denominación, tanto desde el punto de vista arquitectónico, como religioso. Baste mencionar, por caso, las basílicas de Santa María en Trastevere (año 222), o Santa María Maggiore y San Giovanni in Laterano (siglo IV).

De regreso a la calle Corrientes al 3200, Buenos Aires, es interesante observar que desde 1998 este bello edificio, luego de haber sido reciclado, se convirtió en un concurrido Shopping, manteniendo el espíritu de espacio comercial y sitio de reunión de mucha gente, ahora en franca actitud de esparcimiento. En otras palabras, de Roma al barrio de Balvanera, hay un solo un paso.

No sé por qué, pero me barrunto que mi espíritu de asociador ilícito ha cometido una nueva tropelía...